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martes, 15 de septiembre de 2020

WHATSAPPIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN

 

WHATSAPPIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN. 

MELVIN MARTÍNEZ. 

melvinadalidmr@gmail.com 

La educación hondureña se ha convertido en un gran desafío para los que la ven en serio, como camino de liberación y desarrollo.

El gran obstáculo es el desinterés gubernamental de invertir en la educación pública, a la que aspiran aprovechar niños y jóvenes de las mayorías de la población pobre y en proceso de precarización permanente.

La propaganda gubernamental, de su acción en este campo, es indignante si la comparamos con la improvisada y raquítica inversión en el sistema público de educación en el que existen infinitas carencias. 

Las disposiciones y acciones en educación son inoportunas y planificadas, durante la pandemia, solamente para una minoría que tiene acceso a internet, más o menos el 40 por ciento de la niñez y juventud, de los centros educativos gubernamentales.

Las autoridades celebran una cobertura que margina a la mayoría, y se auto engañan con una virtualización inexistente aun dentro de ese sector con acceso a internet.

Lo que realmente tenemos es una whatsappización del acto de enseñar. La aplicación virtual usada por casi la totalidad de los docentes y alumnos es el WhatsApp; muy pocos usan otras aplicaciones. Las aulas virtuales son casi inexistentes y los pocos que las usan sólo lo hacen con un número muy pequeño de los alumnos con conectividad.

Los grandes héroes de lo que hasta hoy se hace en educación son los docentes, que han sido más efectivos que sus autoridades al atender con materiales escritos, financiados por ellos mismos, a un porcentaje importante de alumnos sin conectividad. Los profesores también han invertido en tecnología y se han autoformado en los asuntos básicos de la informática.

Las estrategias propuestas por los tecnócratas de educación han sido poco usadas porque no se consultó, ni capacitó a los mentores para el aprovechamiento de las mismas.

La whatsappización fue más factible porque es lo que docentes, alumnos, padres y madres manejan.

Los docentes han multiplicado su trabajo y ampliado su horario de atención al alumnado.

Salvo muy raras excepciones, el magisterio ha sido empático con alumnos y padres de familia y en muchos casos han trascendido a acciones solidarias con las familias de los estudiantes ante la precariedad agravada como consecuencia de la crisis de salud y económica.

Pero hay ideas proactivas y esperanzadoras; comparto la del profesor Amilcar Tomé, Ex presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras, quien plantea que "La situación en el sistema educativo es compleja y debe concebirse como un proyecto a construir, declarando lo que falta del año como un tiempo de construcción de propuestas alternativas. El magisterio debe continuar siendo propositivo y seguir capacitándose en tecnología virtual, uso de herramientas y plataformas tecnológicas, para valorar y utilizar en el futuro inmediato las buenas intenciones de aprovechar la tecnología informática. La currícula nacional debe construirse y plantearse desde las comunidades conforme las características culturales y socio económicas. La infraestructura educativa debe adecuarse a la nueva realidad tanto de la pandemia como de la tecnología pedagógica. El presupuesto educativo debe readecuarse a estas nuevas y antiguas necesidades".

Es urgente despolitizar y desburocratizar la toma de decisiones en el sistema educativo y darles una orientación pedagógica curricular.

Valorar la opinión de los docentes y sus organizaciones es fundamental para que las decisiones y propuestas se orienten hacia una real revolución educativa. 

Sólo es posible generar cambios en el sistema educativo empoderando a los profesores y profesoras en los procesos de transformación educativa.

 

domingo, 16 de agosto de 2020

MENSAJES URGENTES

 

MENSAJES URGENTES

MELVIN MARTÍNEZ

melvinadalidmr@gmail.com

Los docentes de Honduras recibimos infinitos mensajes, ante los que debemos responder de inmediato. Son preocupaciones de los alumnos, de sus madres, padres o encargados. Cerca de la mitad de nuestros estudiantes tienen uno o sus dos padres en el extranjero. Muchos son hijos de madres solteras trabajadoras. 

En general nuestros remitentes han sido siempre olvidados por el gobierno. Sus familias no tienen suficientes recursos para su alimentación o salud, peor para internet en esta pandemia, en la que sólo los que tienen conectividad son medianamente atendidos.

Escribió una madre: “En el trabajo cuesta que me paguen y no me ajusta para el Internet”

Un alumno escribió: "durante esta cuarentena le he estado ayudando a mi abuelo en la agricultura, de vez en cuando me da unos 15 lempiras, cuando puedo le pongo una súper recarga de 25 lempiras a mi teléfono y cuando me caen los WhatsApp, caen un montón de tareas.”

A otro docente le escriben: “En mi casa no tengo wifi, mis padres no tenían trabajo entonces empezamos a vender frutas  y verduras en la calle”.

“Soy alumna de administración hotelera me cuesta informarme porque no meto Internet al celular.”

Una alumna dice "Me estoy poniendo pilas, soy la única que le ayuda a mi mamá, ella pasa enferma. Estoy atrasada con las tareas”.

Otra estudiante escribió: “Soy de Los Planes municipio de Meámbar. En esta aldea no tenemos el acceso fácil al internet, para poder tener las tareas subimos al bordo de un cerro que está de 15 a 20 minutos y poder encontrar señal para el celular. Tengo que esperar ahí un tiempo a que se descarguen. Vivo sola con mi papá y no tengo quien pueda ayudarme en la casa.”

Otro dice: "Por favor que me puedan tener un poco de paciencia por la situación en que estoy, tengo tareas que no he podido entregar. No quiero perder mi año”.

Otra docente recibió: Quiero un gran favor soy la mamá de los muchachos que vinieron de traslado, es que fíjese que no tengo comida y tengo 6 niños y yo quiero que si por su medio me ayudan si puede, perdone"

Otro mensaje: “Yo no sé qué hacer mi situación de seguridad se ha empeorado porque me mataron a mi hermano hace un mes, viera.” 

A otro docente le escribieron: Profe viera yo estoy padeciendo de un gran dolor de cabeza y me dijeron que eran síntomas de derrame, se me duerme la cara, no aguanto hasta la vista me afecta. Disculpe profe.

Otro dice: “el motivo de este mensaje era para informarle que no tenía teléfono desde hace unos meses y por ese motivo no tenía contacto con mis maestros, y he faltado a varias tareas. Quería saber si hay alguna oportunidad de presentar tareas.” 

Los mensajes no dejan de llegar. Dicen otros: “Agradezco la comprensión de los profesores y profesoras, soy madre de 6 alumnos de diferentes niveles preparatoria, primaria, secundaria, universidad y es difícil, colapsó el celular, trabajan en uno para todos, luego la señal era débil. Gracias por los folletos que dan en el colegio.” 

“Uno de los cipotes tiró la mochila y dijo yo ya no sigo, mejor me salgo, pero aquí lo tengo haciendo tareas.”

“Profe quiero que me comprenda llega el momento que hasta una como madre se queda paralizada, no tenemos computadoras y sólo un  teléfono para tanta gente. Yo trabajo y viera he escapado de llorar  cuando mis hijos se estresan porque no quieren perder el año.”

Para los docentes la situación es difícil, asumir todo esto y dar respuestas animándolos a todos.  Debemos de ser empáticos, creativos, comprensivos, prácticos. Hay que responder con esperanza cada mensaje, cada llamada. Nos toca animar a los olvidados por el gobierno, a los más pobres, a esos alumnos que les llegarán tarde las recargas y los folletos de estudio que el gobierno no ha podido lograr hacer realidad en cinco meses.

Ahora ha salido un diputado incapaz de enfrentar la realidad, que en vez de gestionar fondos para la educación de honduras está  proponiendo cancelar el año escolar con una aprobación automática que es una aberración pedagógica y política.

Lo correcto es que el gobierno aumente su inversión en educación, legislando mecanismos para evitar la corrupción. Si no es así los niños y jóvenes de Honduras crecerán preguntándose: ¿Dónde está el dinero?

 

jueves, 23 de julio de 2020

LA LIBÉLULA Y LOS FUTBOLISTAS

LA LIBÉLULA Y LOS FUTBOLISTAS

Melvin Martínez 

Los niños jugaban la gran final del campeonato de fútbol, de los más chiquitines de la ciudad. Todos corrían contentos buscando el gol. El partido estaba reñido. Las promesas del fútbol no sabían si obedecer las instrucciones de su entrenador, de su profesor o de sus padres y madres que ya soñaban negociando, las habilidades futbolísticas de sus hijos, en el fútbol extranjero. De pronto el balón fue abandonado; un niño bello y con él todos los tiernos jugadores, corrieron tras una libélula hermosa que cabalgaba por todo el campo de fútbol, regalándoles a los  pequeñines una felicidad infinita reflejada en los rostros hermosos, inundados de sonrisas.


miércoles, 24 de junio de 2020

EDUCAR SIN EXCLUIR

EDUCAR SIN EXCLUIR
MELVIN MARTÍNEZ 
"Hay que volver a encontrar la profunda verdad evangélica de que debemos servir a las mayorías pobres" Monseñor Romero 9 de abril 1978.
Esta afirmación de San Monseñor Romero me inspiró para reflexionar sobre lo que pasa en el sistema educativo hondureño. 
Hay una gran preocupación de la Secretaría de Educación y de la mayoría de docentes por aprovechar las herramientas tecnológicas que ofrece la internet, para atender al alumnado que puede comprar tecnología y utilizar las propuestas  virtuales para el desarrollo de los contenidos de las asignaturas. Este interés es importante y permitirá salvar el año a un sector importante de la población estudiantil, sin embargo la mayor parte del estudiantado tiene como gran problema la accesibilidad a la tecnología, ellos no pueden adquirir ni teléfonos adecuados, ni televisión por cable, ni comprar internet para recibir las tareas asignadas por sus docentes. Esta población que puede llegar al 70%, si consideramos los datos del Instituto Nacional de Estadística de Honduras, estaría quedando fuera si la Secretaría de Educación no toma estrategias pedagógicas que se orienten a atender este significativo sector representado por los alumnos de las familias más pobres.
No podemos llegar a los centros educativos y la tecnología facilita el acceso, no sólo al conocimiento que pueden transmitir los docentes sino también a la información extensa en la red virtual, sin embargo el gran problema es la accesibilidad a la tecnología. 
Más o menos 30% del alumnado con acceso a la internet es el que tiene el privilegio de la preocupación de la secretaría de educación para ser atendidos. Es iluso pensar, por más leyes que aprueben, que las empresas de Internet y telefonía dejarán de hacer este gran negocio, regalando accesibilidad al estudiantado. 
 Por suerte hay muchos centros educativos en el país, principalmente de educación media, que han iniciado por su propia cuenta, ante la falta de iniciativa de la secretaría de educación, a imprimir los contenidos programáticos de las diferentes asignaturas y hacerlos llegar al estudiantado por diversas vías.  El gobierno debería tomar como referencia este esfuerzo de los docentes en varias partes del país e imprimir masivamente materiales de estudio que lleguen al alumnado, a través de los docentes, patronatos, padres de familia, garantizando aprendizajes significativos a partir de una selección de contenidos fundamentales de cada una de las asignaturas. 
En los primeros tres meses de cuarentena por el coronavirus no se ha visto interés gubernamental real para atender al estudiantado más pobre, que no tiene accesibilidad a la tecnología. 
Ya es tiempo que las autoridades  tomen iniciativas en este sentido; de todas maneras los docentes están desarrollando acciones para no excluir a los empobrecidos. 
Los medios de comunicación en las diferentes comunidades, tienen un rol importante en esta urgencia de atender a los alumnos más pobres.   Los padres de familia respetando el día que les corresponde salir en la cuarentena podrían reclamar estos materiales de estudio y ser el baluarte fundamental en el acompañamiento que deben dar a sus hijos para que puedan estudiar esos contenidos.
Fundamental es también la acción de los padres de familia para animar emocional y psicológicamente a sus tesoros. Hay una gran preocupación de alumnos y padres en torno si el año escolar se perderá.  Considero que eso depende de la actitud de las autoridades que deben invertir recursos, para acompañar a los docentes que deberán trascender la utilización de medios virtuales, para llegar por medios tradicionales a los estudiantes con menos posibilidades. 
Garantizar el año lectivo depende de la buena voluntad y ánimo que los docentes, padres de familia y medios de comunicación podamos promover en el estudiantado.
La accesibilidad a la tecnología es el principal problema pero la voluntad y la conciencia social para atender a los más pobres es la gran solución.
Un docente Define su identidad y su conciencia profesional a partir del hacer en servicio de los alumnos más necesitados que son su prójimo.

lunes, 8 de junio de 2020

EDUCACIÓN POST PANDEMIA: DESAFÍOS

EDUCACIÓN POST PANDEMIA. DESAFIOS.
MELVIN MARTÍNEZ 
Un importante obstáculo a sobreponer por las autoridades  educativas en Honduras  será la falta de presupuesto para enfrentar la nueva realidad. Seguirá siendo  materialmente imposible la inversión en infraestructura, peor para que el gobierno tenga recursos para contratar nuevo personal docente y técnico docente, necesario para  garantizar la atención al alumnado, el distanciamiento físico en el aula y más difícil que exista dinero para atender la bioseguridad en jardines de niños, escuelas y colegios gubernamentales. 
Quizás las primeras semanas estén disponibles, un poco de gel y mascarillas sobrevaloradas, de mala calidad, después el gobierno dejará al magisterio y padres de familia resolver este y otros problemas. Así ha sido desde siempre. Los docentes y los padres de familia han sostenido los gastos para funcionamiento de los centros educativos en Honduras en abandono permanente. Sólo hubo un respiro durante 2007 a 2009 con la asignación del fondo de matrícula gratis en el gobierno de Manuel Zelaya a todas las instituciones educativas públicas.
Con la covid 19 el magisterio habrá aprendido una concepción nueva del alumnado, al que verá y atenderá con más ternura de la acostumbrada y lo considerará en su dimensión más profunda como ser humano, lo sentirá como su prójimo, no como el cliente que la teoría neoliberal ha pretendido imponer.
Después de la cuarentena por el coronavirus, producto de la reflexión obligada sobre la realidad de la sociedad hondureña empobrecida y saqueada por la corruptocracia, habrá condiciones para retomar la filosofía de Paulo Freire de una educación liberadora y esperanzadora.
Con la pandemia los padres de familia por fin están valorando la misión y labor de los docentes en la educación pública y serán los baluartes del sostenimiento y funcionamiento de los centros educativos con más entusiasmo de como hasta hoy lo han hecho. No tengo duda que los padres de familia de clase media con toda su solidaridad asegurarán , junto con los docentes, la bioseguridad en los centros educativos. 
Tengo la esperanza que surja un currículum alternativo, desde las comunidades educativas y los docentes, orientado a la formación de valores fundamentales para transformar la sociedad, a partir de un conocimiento de la realidad. Tengo fe que las aulas serán un espacio de lucha y construcción de una sociedad nueva basada en la solidaridad para construir el buen vivir.
Al Estado ni le interesa, ni tiene posibilidades más allá del discurso para atender las necesidades reales de la educación pública. 
Nos viene el tiempo de cuidar y fortalecer los bienes espirituales y buscar la transformación de la sociedad. 
La realidad de pobreza de la mayoría de familias que tienen sus hijos en la educación pública hará que se entienda que no se puede sustituir a los docentes y a los padres de familia por una computadora o por tecnología, que no tiene todo el alumnado y que el gobierno es incapaz de proveer. 
Los valores para sustentar una sociedad solidaria, honrada, trabajadora, respetuosa, democrática, capaz de construir la sociedad del buen vivir, sólo pueden formarse con la orientación de los padres de familia y docentes en contacto fraterno, orientando para aprovechamiento del conocimiento científico al servicio de la humanidad. 
Después de la pandemia habremos aprendido a utilizar racionalmente la tecnología disponible y algún mejoramiento, aunque no significativo, habrá en la disposición de recursos tecnológicos en algunos centros educativos sobretodo del área urbana. 
El desafío más grande de la educación es la reformulación del currículum a partir de concepciones pedagógicas orientadas al aprovechamiento del proceso educativo como oportunidad para generar condiciones que permitan el disfrute de los derechos fundamentales del ser humano en una sociedad Justa,  y solidaria.

miércoles, 20 de mayo de 2020

CON LAS LLUVIAS AL OLVIDO


CON LAS LLUVIAS AL OLVIDO.
MELVIN MARTÍNEZ
melvinadalidmr@gmail.com 
Ya cayeron las primeras lluvias sobre el altiplano central de Honduras, Siguatepeque, cerro de mujeres, ciudad de los pinares, aunque ya nos quedan pocos.
Antes de la lluvia contemplé los pájaros que llegan a nuestro Guayabo. Es un guayabito humilde y hermoso al que le colgamos racimos de guineos (bananos), para que vengan de visita los zorzales, zanates, chileros, clarineros, chorchas, turcas (palomas cafés), pajaritos amarillos Y hasta un pájaro carpintero. 
Ya comienzan a coquetear las flores de mayo, que harán más bella la vida, en todos los pueblos del país, especialmente en esta ciudad convertida en jardín, para todos.
Las abejas, jimeritos y colibríes tendrán su dulce néctar y polen como alimentos.
La Virgen, novias, esposas y madres recibirán los ramilletes de flores repletos de amor.
El verde de la vegetación en mesetas valles y montañas pondrá bello en exceso el paisaje.
Sin duda la frescura hará el clima agradable, como hace ya mucho tiempo era tan normal, en este pueblo acogedor.
Con la belleza y la comodidad olvidaremos la realidad del planeta, de nuestra casa común como dice el Papa Francisco. 
Por un buen tiempo no recordaremos el sofocante calor, la escasez del agua potable que no llega a los barrios marginados.
Con las lluvias vendrá el olvido de las más de veinte mil hectáreas de bosque destruidas por incendios forestales en Honduras este año del coronavirus. 
Sólo aquí en la zona central fueron casi mil quinientas hectáreas incendiadas, o sea el espacio de más o menos 1500 campos de fútbol destruidos. Duele muchísimo esta tragedia en nuestros bosques.
El municipio de puerto Lempira, en el departamento de Gracias a Dios, es uno de los más afectados por los incendios, casi 5000 hectáreas de bosque quemadas en esa zona de La Mosquitia.
Lo peor de todo es que no se ve clara una estrategia nacional de prevención de incendios forestales.
Paulatinamente nos vamos quedando sin aguas superficiales, los ríos y quebradas se están secando, Ojalá no sea profético lo escrito por García Márquez en el libro El general en su laberinto:  " Los peces tendrán que aprender a caminar sobre la tierra porque las aguas se acabarán”.
El agua potable que se consume en Siguatepeque es en más del 90 por ciento extraída del subsuelo, los ríos se han secado. La explotación de las aguas subterráneas es muy grande; hay cerca de 20 empresas embotelladoras de agua que explotan sin control el acuífero y que no pagan tributos por explotar y hacer negocio con este recurso natural que es del pueblo.
Construir represas para aprovechar el agua lluvia es una solución paliativa, es urgente proteger permanentemente las pocas fuentes productoras de agua que nos quedan.
La destrucción de bosques para la agricultura, ganadería y caficultura hace mucho daño en las cuencas productoras de agua. La agricultura de subsistencia también tiene su impacto en la tala innecesaria del bosque. Para apoyar los campesinos más pobres y tecnificar su producción agrícola hubieran servido los cuatro mil millones de lempiras que el gobierno le dio al ejército para invertir en producción agrícola. Nadie sabe a dónde irán a dar frutos esos dineros, que pueden ser botín de la corruptocracia. 
Si no cambiamos de actitud ante el ambiente y los recursos que Dios y la naturaleza nos han dado, seguro que la crisis de agua y el cambio climático nos golpearán más fuerte. En pocos años estaremos sufriendo, en las ciudades de mayor población, una crisis más grave en el abastecimiento de agua.
Es nuestra obligación recordar que está llegando el tiempo de plantar, por lo menos un árbol cada hondureño todos los años, y exigir al gobierno nacional o local una estrategia permanente de prevención de incendios forestales y la promoción de una conducta ambiental responsable en la ciudadanía orientada a la protección, conservación y aprovechamiento racional de los recursos naturales.
Es responsabilidad de todos como comunidad defender los bienes comunes. 


jueves, 7 de mayo de 2020

LECCIONES PARA DOCENTES


LECCIONES PARA DOCENTES
MELVIN MARTÍNEZ
melvinadalidmr@gmail.com
Este tiempo de retiro obligado nos ha servido mucho para reflexionar, principalmente a los
docentes.
Cada minuto del día es una lección, somos alumnos eternos en la escuela de la vida.
Una madre de familia me envió un mensaje que removió mi ser de maestro: “buen día profe,
los maestros están mandando tareas por internet. Mis niños viven con mi mamá, ellos no
tienen cable ni internet. Yo trabajo en Tegucigalpa. ¿cómo harán ellos al comenzar las clases?”.
Le envié mi respuesta: no se preocupe, al regresar haremos nivelación de contenidos en todas
las asignaturas.
Pero, me quedé pensando. Necesitaba responderme a mí, al maestro que llevo dentro.
Por suerte tengo una cuñada, extraordinaria docente en El Salvador, que como si supiera mi
necesidad de reflexión, Gloria, así la nombró su madre, me envió un mensaje, en respuesta a
otro mío, que se convirtió en mi bastón de análisis durante varios días: “El corazón de la
educadora en estos tiempos debería estar en escucharles, hacerles sentir que nos importan,
que su humanidad es nuestro tema central en cada clase virtual. Transmitirles alegría,
optimismo, mantener su mente enfocada en aprender... eso es el centro, lo demás será
irrecuperable luego si no atendemos lo fundamental”.
Lo que importa es que los aprendizajes sean significativos para la vida, para entenderla, para
construir el buen vivir.
Lo fundamental ahora es tener la posibilidad de interpretar la realidad para transformarla.
Poder tener los ojos abiertos para entender la bondad y la solidaridad. No cerrar el
pensamiento para juzgar la corrupción impune que cínicamente nos gobierna.
La docencia urge de una revolución, reinventarse, adoptar la pedagogía de la esperanza, de la solidaridad.
Como decía Freire “La educación como práctica de la libertad”.
Eso exige entender el acto educativo en la perspectiva de que los docentes somos servidores
fraternos. Pasar a ser acompañantes solidarios del alumnado con toda su realidad, para
transformarla.
Los docentes que se creían “clase alta” se han rendido ante la presión interesada y la curiosidad tierna de los alumnos.
El interés en los contenidos programáticos es pura hipocresía demagógica, de los que han
abandonado el sistema educativo hondureño, en la última década.
Me encantó la original tarea que la profesora Maricela Estrada, mi hermana escogida, les
asignó a sus alumnos a través de una carta: “les quiero invitar a hacer cosas extraordinarias,
por ejemplo: ayuden a sus padres, o personas con quién convivan, con las diversas tareas de la
casa. Intenten leer un libro o historias que les inspiren a ser buenas personas. Traten de
escribir en su agenda los sentimientos y temores frente a esta pandemia, pero también
escriban sus alegrías y sueños en este tiempo difícil ... procuren encontrar espacios y
ocupaciones, que hagan de estos días un buen tiempo, a pesar de las adversidades”. Sin duda
pensó en todos, preferencialmente en los más pobres, en los que no tienen posibilidad de
comprar Internet, ni comida.
Es urgente una revolución docente, en la que no importen las estadísticas para los organismos
financieros internacionales y países cooperantes, una nueva educación en la que lo
fundamental sea la promoción de saberes y valores para la construcción de la sociedad del
buen vivir.
De cualquier modo, cuando esta situación termine el año escolar será recuperado, pero lo más
importante es que los docentes podamos trascender a una toma de conciencia que nos
convierta en servidores de niños y jóvenes marginados, a los que debemos acompañar con
toda nuestra inspiración haciendo de nuestros centros educativos y nuestra patria un hermoso
paraíso.

viernes, 1 de mayo de 2020

GRACIAS INFINITAS

GRACIAS INFINITAS
MELVIN MARTÍNEZ
Ya llegó a Honduras la Brigada número 21 del contingente internacional Henry Reeve, de médicos y otros profesionales cubanos, especializados en situaciones de desastres, preparados para colaborar en el mundo contra la pandemia del coronavirus.
Cuando los despidió en La Habana el Dr. Jorge Juan Delgado Bustillo Director de la Unidad Central de Cooperación Médica Internacional de Cuba, les recordó que desde 1974, después del huracán Fifí, han venido ha servir a los hondureños 2192 profesionales de la salud de ese país socialista. La mayoría de los médicos internacionalistas llegaron después del huracán Mitch. No olvidamos aquella primera brigada post Mitch encabezada por el inolvidable Dr. Elis Alberto González Polanco, quien fuera después el primer embajador de Cuba en Honduras, hombre comprometido con la humanidad que tanto ayudó a los marginados de nuestra patria junto con su esposa Teresita.
Los frutos de esos profesionales de la salud de Cuba se materializaron en más de 20 millones de atenciones médicas, más de 800 mil cirugías mayores, más de 180 mil niños que nacieron en manos de médicos cubanos al atender los partos de sus madres, estos doctores salvaron la vida a más de un cuarto de millón de personas en nuestra Honduras, donde los pobres de tierra adentro están condenados a muerte por falta de servicios de salud pública en sus comunidades. Para miles de hondureños un cubano fue su primer médico.
Pero lo que más me impactó del mensaje del Dr. Delgado Bustillo fue cuando al final de su discurso dijo: “Van ustedes a un lugar donde enriquecerán esa historia, de servicio a los necesitados, donde trabajarán con denuedo, pero además -enfatizó- que se protegerán al máximo. Esa preocupación expresada para cuidar la vida de sus profesionales ya quisiéramos que la tuvieran nuestros gobernantes, a quienes parece importarles poco la seguridad de los médicos hondureños que han demostrado su compromiso con los más necesitados de nuestra patria al enfrentar en condiciones inseguras esta enfermedad.
20 profesionales integran esta brigada que ha llegado a Honduras para sumarse a los 1196 colaboradores cubanos de la salud que en 20 brigadas médicas ya combaten la covid 19 en el mundo, incluso en países cómplices del criminal bloqueo del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.
Lo que más hará falta en esta lucha contra el coronavirus son médicos y enfermeras, por lo que oponerse a la llegada de un contingente de trabajadores de la salud que nos llegue, de cualquier parte del mundo, es un acto irracional del peor egoísmo.
El problema del sistema de salud en Honduras no es la llegada del coronavirus, es un sistema de salud abandonado y saqueado por la corruptocrácia que nos gobierna después del golpe de estado de 2009. El robo,casi olvidado e impune, de más o menos 7000 millones de lempiras, en el instituto Hondureño del Seguro Social es el mejor ejemplo.
El problema actual es que la crisis sanitaria en Honduras, no está siendo dirigida por Científicos y expertos en salud.
En Honduras hay más de 10,000 médicos desempleados, que muy poco han sido defendidos, entre ellos aproximadamente 1000 médicos hondureños que estudiaron gratuitamente en Cuba. La gran mayoría de doctores hondureños desempleados no pueden conseguir trabajo debido a que el gobierno no crea suficientes plazas en el sistema de salud pública. Ojalá el colegio médico, junto a otras organizaciones populares, levantará una defensa verdadera a favor de estos profesionales.
Debemos reconocer que los médicos graduados en Honduras tienen un alto nivel de preparación conocen nuestra realidad y en estos momentos muchos prestan servicio voluntario.
Los médicos Cubanos que vienen a ayudar a nuestros extraordinarios y heroicos médicos y personal de salud de Honduras, arriesgarán su vida y su prestigio al trabajar en las condiciones deficientes del sistema de salud hondureño.
Pero, para los revolucionarios cubanos servir es un privilegio.
Bien decía el comandante Fidel Castro que los médicos formados en Cuba son “Médicos de ciencia y de conciencia”.
Ante tanta solidaridad de Cuba para nosotros los hondureños, desde hace ya 46 años, sólo podemos decir: GRACIAS INFINITAS.

sábado, 11 de abril de 2020

DEL EGOÍSMO AL AMOR


DEL EGOÍSMO AL AMOR
MELVIN MARTÍNEZ
El desprecio egoísta e irrespetuoso contra los contaminados de coronavirus y sus familias, fundamentado en el sálvese quien pueda, es una enfermedad peligrosa contra la que también hay que luchar en estos tiempos.
El miedo a la muerte que nos provoca el estrés, que surge del exceso de información sensacionalista relacionada con esta o cualquier otra enfermedad, sin duda desemboca en un temor enfermizo a contaminarnos con el covid 19, al que ya irracionalmente atribuimos una letalidad extrema, que saca lo peor del ser humano.
Cuando llegó al país la primera persona sospechosa de estar contaminada de coronavirus me quedé impresionado de lo que el miedo patológico puede causar. Igualmente me impacto, hasta la impotencia, la actitud de los periodistas y camarógrafos que cubrieron el momento noticioso, quienes de todas formas irrespetaron la dignidad de esa persona, que al final salió libre de la enfermedad después de hacerle las pruebas de rigor.
Todavía suena en mis oídos el audio de uno de los videos, que circularon en las redes sociales y la televisión, en el que alguien que estuvo cerca de la sospechosa de coronavirus gritó “mátenla”. Esta persona que pensó que con la muerte de la supuesta enferma se salvaría sí que está gravemente mal de su cerebro y su corazón, ocupa con urgencia atención médica para su salud mental.
Fácilmente olvidamos que esta enfermedad no se transmite por la mirada y que los cuidados preventivos son tan sencillos y efectivos. La desesperación irracional no nos deja pensar que en algún momento seremos nosotros o nuestros seres amados y estimados los contaminados y que sin duda necesitaremos la comprensión protectora de todos los de nuestro entorno.
Pareciera que el terror al coronavirus y a los contaminados por esta enfermedad, que puede dominar nuestro actuar, nos lleva a ver en los demás seres humanos un peligro amenazante que pretenderemos eliminar de cualquier modo.
No podemos permitirnos caer en estos niveles de desesperación, egoísmo, frialdad y brutalidad. No podemos condenar a muerte por nuestra inconciencia e ignorancia a los enfermos con coronavirus, ellos deben ser atendidos con urgencia y en algún momento aislados en sus hogares porque seguramente el sistema de salud pública, que ha sido desatendido y saqueado por los corruptos que nos gobiernan, no podrá recibir tanto afectado por esta enfermedad.
Me entristeció ver en las redes sociales a algunos vecinos de una ciudad hondureña protestar porque no querían permitir la entrada a una conciudadana contaminada. Nada más injusto y doloroso.
Lo inhumano no debe dominarnos. Pensemos que cada uno de los contaminados de covid 19 son nuestros seres amados o nosotros mismos.
Saquemos lo cristiano que llevamos dentro y recordemos la atención fraterna y amorosa de Jesús a los leprosos.
La mejor forma de terminar con este mal es sacar toda la solidaridad que podamos, estando seguros que cuando ayudamos a otro también me ayudo a mí y saber que todos seremos salvadores de las vidas de los demás si nos cuidamos a nosotros mismos.
Como me decía el padre Juan Dumont, asesor eterno de los equipos docentes de América Latina, refiriéndose a la realidad del continente: “Nos salvamos juntos o no se salva nadie”.
Es tiempo de abandonar la filosofía del “sálvese quien pueda”.
Hay que dar un salto del egoísmo a la solidaridad.
Hay que trascender del egoísmo al amor.


viernes, 10 de abril de 2020

AL REGRESAR


AL REGRESAR.
MELVIN MARTÍNEZ 
Yo creo que Dios quería que pasáramos una semana santa en casa, que nos miramos en familia.
Dios quería que no contamináramos los ríos, los mares, las ciudades, que cuidáramos la casa común.
Dios quería que estuviera limpio el planeta entero. Que sembráramos un árbol, legumbres, plantas bellas para alegrar la existencia.
Yo creo que Dios quería que por un tiempo dejáramos de consumir lo que no necesitamos, que reconociéramos que todos somos iguales y que entendiéramos la bendición de tener un trabajo permanente o temporal.
Dios quería con toda su fuerza que valoráramos la simplicidad, para entender la grandeza.
En este tiempo de retiro aprendimos a extrañar la sonrisa, el abrazo, el beso de los qué apreciamos y queremos. Sin duda vimos la dimensión verdadera de la bondad de los vecinos.
 Dios quería también que disfrutáramos el canto de los pájaros, de las chicharras y la amistad de los animales.
Tenemos este buen tiempo que Dios nos ha regalado para dedicarle de verdad un poco de tiempo.
Tenemos tiempo para pensar en nosotros y en nuestro quehacer cotidiano.
Tenemos tiempo para descubrir la verdad, para estar seguros que las armas y las bombas lacrimógenas no nos dan seguridad, ni nos salvan la vida.
Tenemos tiempo para grabar en nuestra mente que los corruptos que nos gobiernan se robaron y siguen robando el dinero que era para mejorar la salud y la educación.
Tenemos tiempo para disponernos al regresar a nuestros trabajos, a nuestras aulas, a nuestras calles valorando el importante papel de cada uno y estar seguros que lo más valioso es lo que da vida, no aquello que la quita. 
Al regresar valoraremos a los médicos, las enfermeras, a los y las que cocinan, a los maestros, a los científicos, a los psicólogos, a los agricultores sobre todo. Valoraremos también a los odontólogos, a los ingenieros, a los arquitectos, a los carpinteros a los artistas, a todo el mundo.
Al regresar estaremos listos para cuidar el planeta casa de todos, los bienes comunes, los hospitales, las escuelas, los colegios y las universidades.
Tendremos, para entonces, un valor consciente para expulsar a los que le roban al pueblo, aún en la calamidad y la emergencia.
Al regresar seremos capaces de identificar la mentira de los poderosos.
Al regresar podremos valorar el amor y la solidaridad como motores de la historia y comenzaremos a construir un mundo distinto justo, más humano, el mundo del buen vivir.
Al regresar sabremos el valor de cada uno y cada una, y lo importante que somos el uno para el otro.
Seguro que Dios nos dará un tiempo para disfrutar la alegría del amor y de la vida.
Al regresar estaremos llenos de una energía renovada, que nos hablará al oído recordando nuestro compromiso de hacer cierto entre nosotros un hermoso paraíso.