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domingo, 16 de agosto de 2020

MENSAJES URGENTES

 

MENSAJES URGENTES

MELVIN MARTÍNEZ

melvinadalidmr@gmail.com

Los docentes de Honduras recibimos infinitos mensajes, ante los que debemos responder de inmediato. Son preocupaciones de los alumnos, de sus madres, padres o encargados. Cerca de la mitad de nuestros estudiantes tienen uno o sus dos padres en el extranjero. Muchos son hijos de madres solteras trabajadoras. 

En general nuestros remitentes han sido siempre olvidados por el gobierno. Sus familias no tienen suficientes recursos para su alimentación o salud, peor para internet en esta pandemia, en la que sólo los que tienen conectividad son medianamente atendidos.

Escribió una madre: “En el trabajo cuesta que me paguen y no me ajusta para el Internet”

Un alumno escribió: "durante esta cuarentena le he estado ayudando a mi abuelo en la agricultura, de vez en cuando me da unos 15 lempiras, cuando puedo le pongo una súper recarga de 25 lempiras a mi teléfono y cuando me caen los WhatsApp, caen un montón de tareas.”

A otro docente le escriben: “En mi casa no tengo wifi, mis padres no tenían trabajo entonces empezamos a vender frutas  y verduras en la calle”.

“Soy alumna de administración hotelera me cuesta informarme porque no meto Internet al celular.”

Una alumna dice "Me estoy poniendo pilas, soy la única que le ayuda a mi mamá, ella pasa enferma. Estoy atrasada con las tareas”.

Otra estudiante escribió: “Soy de Los Planes municipio de Meámbar. En esta aldea no tenemos el acceso fácil al internet, para poder tener las tareas subimos al bordo de un cerro que está de 15 a 20 minutos y poder encontrar señal para el celular. Tengo que esperar ahí un tiempo a que se descarguen. Vivo sola con mi papá y no tengo quien pueda ayudarme en la casa.”

Otro dice: "Por favor que me puedan tener un poco de paciencia por la situación en que estoy, tengo tareas que no he podido entregar. No quiero perder mi año”.

Otra docente recibió: Quiero un gran favor soy la mamá de los muchachos que vinieron de traslado, es que fíjese que no tengo comida y tengo 6 niños y yo quiero que si por su medio me ayudan si puede, perdone"

Otro mensaje: “Yo no sé qué hacer mi situación de seguridad se ha empeorado porque me mataron a mi hermano hace un mes, viera.” 

A otro docente le escribieron: Profe viera yo estoy padeciendo de un gran dolor de cabeza y me dijeron que eran síntomas de derrame, se me duerme la cara, no aguanto hasta la vista me afecta. Disculpe profe.

Otro dice: “el motivo de este mensaje era para informarle que no tenía teléfono desde hace unos meses y por ese motivo no tenía contacto con mis maestros, y he faltado a varias tareas. Quería saber si hay alguna oportunidad de presentar tareas.” 

Los mensajes no dejan de llegar. Dicen otros: “Agradezco la comprensión de los profesores y profesoras, soy madre de 6 alumnos de diferentes niveles preparatoria, primaria, secundaria, universidad y es difícil, colapsó el celular, trabajan en uno para todos, luego la señal era débil. Gracias por los folletos que dan en el colegio.” 

“Uno de los cipotes tiró la mochila y dijo yo ya no sigo, mejor me salgo, pero aquí lo tengo haciendo tareas.”

“Profe quiero que me comprenda llega el momento que hasta una como madre se queda paralizada, no tenemos computadoras y sólo un  teléfono para tanta gente. Yo trabajo y viera he escapado de llorar  cuando mis hijos se estresan porque no quieren perder el año.”

Para los docentes la situación es difícil, asumir todo esto y dar respuestas animándolos a todos.  Debemos de ser empáticos, creativos, comprensivos, prácticos. Hay que responder con esperanza cada mensaje, cada llamada. Nos toca animar a los olvidados por el gobierno, a los más pobres, a esos alumnos que les llegarán tarde las recargas y los folletos de estudio que el gobierno no ha podido lograr hacer realidad en cinco meses.

Ahora ha salido un diputado incapaz de enfrentar la realidad, que en vez de gestionar fondos para la educación de honduras está  proponiendo cancelar el año escolar con una aprobación automática que es una aberración pedagógica y política.

Lo correcto es que el gobierno aumente su inversión en educación, legislando mecanismos para evitar la corrupción. Si no es así los niños y jóvenes de Honduras crecerán preguntándose: ¿Dónde está el dinero?